Uva blanca sin pepitas
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Uva blanca sin pepitas
La vid se origina en Asia menor y Oriente Próximo, siendo conocida desde la Prehistoria. Se cultivaba ya en el Neolítico y se fue extendiendo hasta Europa, que se convirtió en su principal productor desde su auge en la cultura greco-romana. Así Hipócrates, el padre de la medicina, ya la calificaba **** como el alimento más completo y aconsejable en todas las etapas de la vida. Desde allí se exportó a América.
Este fruto, en forma de baya globosa, pequeña, de color variable que va del blanquecino-amarillo al negro, se presenta agrupado **** en racimos. Hay más de 3000 variedades en el mundo y se agrupan básicamente en uvas de mesa y viníferas. Existen con y sin semillas. El producto desecado se convierte en la pasa, que también tiene diferentes variedades.
Normalmente son de sabor dulce con toques ácidos.
A la hora de comprarlas se debe comprobar que, en el caso de uvas negras o rojas, no tengan ninguna tonalidad verdosa, y para las blancas que tengan un tono ambarino, que los tallos sean verdes, las uvas estén unidas a los mismos y su tamaño sea lo más uniforme posible.
Antes de consumirlas, hay que lavarlas muy bien para eliminar posibles restos de productos químicos procedentes de tratamientos o de abonos.
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