Pimiento italiano | Biota - Cultivando tu salud
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Pimiento italiano

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    El pimiento es originario del continente americano, en concreto de México y Perú. No fue hasta 1493 cuando gracias a Colón, en uno de sus viajes, importó este producto a Europa.

    En España comenzó a cultivarse en el s. XVI y más tarde se extendió por Francia e Italia y el resto de Europa, pero no fue hasta primeros del s. XX cuando la variedad que conocemos hoy día comenzó a cultivarse de forma intensiva.

    Pertenece a la familia de las Solanáceas y crece en una planta que alcanza alturas considerables y presenta unas hojas verdes y alargadas que terminan en punta.

    Tienen forma alargada y rectangular, con una longitud de unos 8 o 15 centímetros y un peso de 80 o 200 gramos, según tamaño y la variedad.

    Podemos encontrarlos de tonalidades verdes, rojas o amarillas. Esto va a depender del periodo y tiempo en el que se recolecten los pimientos, ya que realmente se trata de la misma variedad que va adquiriendo distintas tonalidades en su maduración. Los más amargos son los verdes mientras que los rojos y amarillos son más dulces. También podemos observar el final del pimiento para intuir su dulzor. Aquellos que tengan 4 protuberancias en lugar de 3, nos está indicando que son hembras y que van a tener un sabor más dulce.

    También encontramos otras variedades como los pimientos del padrón, que como ya sabemos, unos pican y otros no.

    En el mercado vamos a elegir aquellos que presenten una piel firme y brillante, colorida y de textura carnosa, descartando por tanto aquellos que tengan manchas o piel arrugada, golpes o grietas y coloraciones apagadas.

    En casa los guardaremos en el frigorífico en una bolsa perforada o un envase donde se mantendrán durante un par de semanas (siempre recomendamos consumir los vegetales cuanto más frescos mejor para aprovechar todos sus nutrientes).

    También se pueden congelar con un previo escaldado o podemos asarlos si no nos gusta consumirlos en crudo.

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