Este fruto es proveniente del albaricoquero (Prunus Armeniaca). Posee un tamaño mediano similar al de otros frutos como la manzana aproximadamente, con un color amarillento tirando a anaranjado, con ciertos matices rojizos. Su piel es de un tacto aterciopelado, siendo ésta comestible. El centro presenta un hueso de un tamaño relativamente grande. El fruto tiene su recogida en los meses de verano, generalmente en julio, desde el árbol productor.

La producción de los orejones posteriormente, se basa en el cortado de esta fruta, la extracción de su hueso y el "extendido" de los mismos sobre grandes paneles de secado. Posteriormente, para evitar la pérdida de su color natural, así como la posible pérdida de nutrientes, son tratados con dióxido de azufre. La fruta es secada al sol durante unos 4 o 5 días, necesitándose unos 2-4 kilogramos de albaricoque fresco para lograr aproximadamente medio kilo de orejones.

A menudo este alimento suele ser usado como tentempié, mezclado con yogur o en diversos postres. Es excelente para personas deportistas por la cantidad de carbohidratos que aporta, por lo que es considerado un alimento muy energético.

Su método de conservación se basa en evitar que se desequen en exceso, con la consiguiente pérdida de nutrientes y propiedades, por lo que guardarlo en recipientes de cristal bien cerrados será la opción más conveniente, así como en un lugar fresco y seco, evitando el posado de diversos insectos o la incidencia directa de la luz. Tampoco se recomienda su conservación en recipientes de plástico pues el moho podría cubrirlos.