Pertenece a la familia de las Lamiáceas y se trata de una hibridación del género Mentha, donde encontramos la mayoría de hierba aromáticas hoy conocidas.

Posee un tallo largo y puede llegar a alcanzar el metro de altura y cuenta con unas hojas de color verde vivo, de tamaño variable según la cosecha, de forma redondeada que termina en una sutil punta y tienen un aroma muy característico e intenso, lo que las convierte en una de las hierbas aromáticas más demandadas en la cocina.

En el mercado, procuraremos comprarla siempre fresca, ya que conserva perfectamente sus aromas y propiedades. Una vez en casa, las guardaremos en un táper en la nevera, evitando introducirlas en un jarrón con agua, ya que sin añadirles más humedad y a la temperatura del frigorífico nos aguantarán mejor.

También se pueden congelar, introducidas en un táper o bolsa. Procuraremos indicar la fecha en el envase, al igual que con el resto de alimentos que congelemos y a la hora de consumirlo no tendremos que esperar a que descongele ya que no formará bloques de hielo.