La uva pasa se obtiene a partir de la desecación del fruto de la uva.

A diferencia del fruto fresco, esta uva pasa tiene una apariencia aplastada, con un tamaño más reducido, en tonos marrones oscuros y violáceos y su interior tiene una pulpa morada-marrón oscura, con una textura pegajosa y viscosa.

Cuando vayamos a comprarlos, tenemos que tener en cuenta que presenten un color uniforme, sin picaduras y que a pesar de su nombre, no estén demasiado secas ni arrugadas.

Una vez en casa, a pesar de que se trate de un fruto seco, debemos controlar que no pierda el agua que le queda en exceso, ya que se volverá dura, adquiriendo otras texturas y sabores. Por lo tanto vamos a procurar guardarlas en un tarro de cristal hermético, en una zona seca y fresca y protegidas de la luz, de esta forma podremos conservarlas durante meses. Debemos tener especial cuidado con los insectos, ya que estos frutos tienen una concentración de azúcares mayor y son muy llamativos para estos animales.