ECO - Brócoli; pieza 700 g aprox. | Biota - Cultivando tu salud
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ECO - Brócoli; pieza 700 g aprox.

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    Su origen reside en los países de climas templados, siendo en el imperio romano cuando empezó a cultivarse para su consumo.

    No fue hasta mucho más tarde, en el s.XX cuando se desarrolló su producción por toda Europa. A pesar de ello, es una verdura muy popular en Estados Unidos, siendo le primer productor a nivel mundial, cultivado en la zona de California, ya que presenta un clima similar al de la cuenca mediterránea.

    A él que le siguen países como Italia, Francia o Inglaterra. En España no ha sido muy popular, aunque en los últimos años está aumentando su consumo, con Barcelona y Valencia como principales productores al resto del país.

    El brócoli tiene un antecesor silvestre, la Brassica oleracea, y ha sido gracias al cultivo selectivo a lo largo de los años que hoy día podemos disfrutar de esta llamativa flor verde.

    Pertenece a la familia de las crucíferas, por lo que su parecido con la coliflor es razonable. Al igual que éstas, presenta un sabor pronunciado, aunque algo más suave. A pesar de que a muchos adultos no les guste o lo rechacen por su olor, los bebés son unos verdaderos fans de estos arbolitos.

    Puede llegar a pesar los 2 kilogramos y desarrollarse hasta los 20 centímetros de diámetro. Su tonalidad es verde oscuro en las flores y verde claro en el tallo. También podemos encontrar variedades con tonos morados, amarillos y blancos.

    ¿Cómo elegirlos y conservarlos?

    Vamos a procurar elegir aquellos que tengan los racimos pequeños y apretados, en un color verde intenso o morado intenso, dependiendo de la variedad que escojamos (eso nos mostrará que el brócoli está más fresco). Aquellos que estén blandos o en tonalidades amarillas o verdes apagadas nos indicarán que llevan más tiempo en el mercado.

    En casa, siempre lo conservaremos en el frigorífico, ya que en el exterior adquiere una estructura más fibrosa. Si no lo vamos a consumir al momento, podemos meterlo en el frigorífico sin lavar (siempre lo conservaremos en el frigorífico), para evitar que se estropee antes con la humedad del agua, aunque lo ideal es consumirlo antes de cinco días, ya que envejece rápido y empieza a presentar sabores mas intensos y pérdida de nutrientes.

    También podemos congelarlo. Para ello, vamos a escaldarlo introduciéndolo en una cacerola hirviendo durante unos minutos hasta que presente una tonalidad verde fluorescente.

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