Chía | Biota - Cultivando tu salud
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Chía

2,95 € 2,95 € bolsita 250 g 2.95 EUR

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Chía

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    Ingredientes: SEMILLAS DE CHÍA. Puede contener trazas de: CACAHUETE, otros FRUTOS SECOS DE CÁSCARA y SÉSAMO (Aplica sólo al producto envasado en tarrina de 150g y 350g).
    Información nutricional por 100 g de producto
    Valor energético1820 KJ / 435 Kcal
    Grasas34,2 g
    de las cuales saturadas9,5 g
    Hidratos de carbono4,11 g
    de los cuales azúcares2,3 g
    Proteínas16 g
    Sal0,06 g

    La chía tiene su origen en el centro y el sur de México y otros países de Centroamérica y viene siendo cultivada desde la época Azteca, quienes valoraban este alimento que consumían diariamente.

    Ha sido un alimento básico para la población de México y en aquellas poblaciones donde la ingesta de nutrientes ha sido deficitaria y a día de hoy, este país es el mayor productor, exportando grandes cantidades a Japón, Estados Unidos y Europa.

    Pertenece a la familia de las Lamiáceas, donde comparte hueco con la menta.

    Su planta, produce unas flores blancas y moradas, de pequeño tamaño (entre 3-4 mm). Su semilla, diminuta, contiene alrededor de un 25-40% de aceites saludables. Estas semillas tiene coloraciones negras y grises y con betas o pintitas blancas y poseen un sabor neutro, lo que facilita su incorporación a cualquier plato.

    Es muy utilizado en la cocina vegana como sustituto del huevo en elaboraciones que requieran esponjosidad, como las tartas o bizcochos principalmente. También podemos encontrarlo integrado en panes o como topping de algunas cremas, purés o ensaladas.

    Para asegurarnos una correcta absorción de sus nutrientes, debemos consumir las semillas molidas o trituradas, ya que se esta forma no pasarán intactas por el tracto digestivo y podremos aprovechar sus propiedades. Tendremos en cuenta moler la cantidad justa de semillas que vayamos a consumir en ese momento, ya que moler una gran cantidad y guardarlas en un tarro hará que se enrancien y vayan perdiendo propiedades.

    Otra forma de consumirlas es entera, pero dejándolas en remojo. Cuanto más tiempo las dejemos, más se expandirán sus mucílagos y más fácil será masticarlas. Para ello las sumergiremos en agua, leche o bebida vegetal y dejara entre 1-2 horas o toda la noche en el frigorífico. Al día siguiente podemos consumirla tal cual o ponerle topping como frutos secos y fruta.

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