Anacardo frito | Biota - Cultivando tu salud
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Anacardo frito

5,01 € 5,01 € bolsita 250 g 5.01 EUR

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Anacardo frito

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    Ingredientes: ANACARDO,  ACEITE ORUJO DE OLIVA, y SAL.
    Información nutricional por 100 g de producto
    Valor energético2399 KJ / 577 Kcal
    Grasas42,2 g
    de las cuales saturadas8,8 g
    Hidratos de carbono30,5 g
    de los cuales azúcares6,1 g
    Proteínas17,5 g
    Sal2,1 g

    Conocido originalmente como caju, que deriva de acajum, nombre que le pusieron las tribus indígenas de Brasil, país en el que abunda y que le da origen, aunque también se encuentre en zonas como la India, Madagascar, Gambia y otros países de América Central.

    Fueron los colonizadores portugueses los que trajeron a Europa, en el s.XVI y fue un monje francés, quien le otorgó el nombre de anacardo, ya que le recordó a la forma de un corazón al revés ("ana" significa hacia arriba y "cardium" corazón).

    Hoy en día, los mayores productores a nivel mundial son la India, Brasil y África occidental, donde su clima húmedo y tropical favorece el crecimiento de esta semilla.

    El anacardo pertenece a la familia de las Anacardiáceas, donde comparte espacio con el pistacho o el mango y crece en climas tropicales, con temperaturas que oscilan entre los 20-30º C.

    Se le considera un fruto seco, pero realmente se trata de una semilla que se desprende de un pseudofruto con apariencia de pera o manzana, uno de los motivos por los que se comercializa pelados y crudos, necesitando un tratamiento con calor para poder extraerlos. Esto no se da en los ejemplares de Indonesia, que utilizan otra técnica para quitar la cáscara sin exponer al anacardo al producto tóxico que lo contiene.

    Si lo compramos crudo, podemos notar su sabor original, siendo uno de los frutos secos más dulces y sutiles, utilizado en la cocina vegana como base de muchas tartas de "queso" o incluso para la elaboración de "quesos" de anacardos, realmente espectaculares.

    En el mercado escogeremos aquellos que tengan buena presencia con un color homogéneo, sin picaduras por insectos o zonas oscuras o mohosas.

    Una vez en casa, lo mejor es meterlos en un recipiente con tapadera, que sea oscuro (ya que la luz afecta a su conservación) y lo ideal es guardarlos en el frigorífico, de esta forma conservaremos mejor su frescura.

    Los frutos secos se ven condicionados por factores ambientales como la luz, la temperatura y la humedad, de forma que lo mejor será comprarlos en pequeñas cantidades y cuidar su conservación para evitar su enranciamiento.

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