Almendra piel cruda | Biota - Cultivando tu salud
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Almendra piel cruda

3,50 € 3,50 € bolsita 250 g 3.5 EUR

3,37 €

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Almendra piel cruda

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    Ingredientes: ALMENDRA piel. Puede contener trazas de CACAHUETE y otros FRUTOS SECOS DE CASCARA
    Información nutricional por 100 g de producto
    Valor energético (kJ/kcal)2491/595
    Grasas (g)52,48
    De las cuales saturadas (g)10,29
    Hidratos de carbono (g)5,9
    De los cuales azúcares (g)4
    Proteínas (g)17,31
    Sal (g) <0,01

    El almendro es originario de las zonas cálidas del continente asiático, en concreto de Asia Central. Fueron los romanos los que se encargaron de difundirlo por Europa y posteriormente se dio a conocer en el continente americano.

    Hoy día, España es uno de los principales países productores de este fruto, con un porcentaje del 15% de la producción mundial, repartiéndose el mercado con Estados Unidos.

    Pertenece a la familia de las Rosáceas, familia a la que pertenecen también la ciruela y el melocotón, con los que guarda un parecido similar cuando aún se encuentra en el árbol.

    La almendra es el fruto del almendro dulce. Se trata de una semilla, dura pero comestible, de sabor dulce y color blanquecino, que cuenta con una piel fina y marrón, con un tamaño de entre 2-3 centímetros. Su aroma es dulce e intenso, sobre todo cuando realizamos cremas de frutos secos, ya que de esta forma, con el calor de la batidora, el fruto va soltando sus aceites y aromatizando mucho más.

    Este fruto es gran conocido en la cocina mediterránea, ya que con él se realizan platos tanto dulces como salados, pero sobre todo los primeros, de los cuales todos conocemos la elaboración de los famosos dulces navideños: turrones y mazapanes. A día de hoy conocemos otras versiones de este fruto, que se han popularizado, como son la bebida de almendras o la harina de almendras.

    En el mercado escogeremos aquellas que tengan buena presencia y un peso considerable, lo que nos indicará que aún conserva su porcentaje de agua y se conserva fresco. Su color debe ser homogéneo y claro, sin picaduras o zonas oscuras.

    Una vez en casa, lo mejor es meterlas en un recipiente con tapadera, que sea oscuro (ya que la luz afecta a su conservación) y lo guardaremos en el frigorífico, de esta forma conservaremos mejor su frescura.

    Los frutos secos se ven condicionados por factores ambientales como la luz, la temperatura y la humedad, de forma que lo mejor será comprarlos en pequeñas cantidades y cuidar su conservación para evitar su enranciamiento.

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